El Real Madrid y Karim Benzema ya están en octavos de final de la UEFA Champions League. El equipo de Carlo Ancelotti nuevamente compacto ganó a un Liverpool diferente. Brendan Rogers dejó a los 'pesos pesados' en el banquillo y terminó perdiendo por la mínima el partido.

El francés se marcó otro partido soberbio. Recortando, recibiendo de espaldas, anotando y asistiendo. Un partido de lo más completo del delantero galo. Brilló por encima del resto que, una vez más, intentó imprimir un juego combinativo y asociativo (sin descuidar el contragolpe) y pudo golear. Lo evitó Mignolet, que junto a K. Touré (soberbio el costa-marfileño en el Bernabéu) y Alberto Moreno sostuvieron a los reds y les dejaron vivos para un tramo final del choque con las espadas por todo lo alto.
Cabe destacar, que Cristiano Ronaldo (tenía a un gol el récord goleador de Raúl González) no le superó. Un partido flojo del portugués. No nos tiene acostumbrados a este tipo de partidos. eso sí. Mignolet fue la pesadilla del luso.
El guardameta de los ingleses le quitó el gol a Cristiano Ronaldo, James, Isco o al propio Benzema. Al filo de la primera media hora de partido, el francés, batió a Mignolet., El gol llegó tras una combinación de Isco con Marcelo, el brasileño, se la entregó al segundo palo al francés y la guardó a la red en una jugada rápida que no pudo reaccionar la zaga del equipo de Brendan Rogers.
Tras el gol, todo tenía pinta a una nueva goleada de los blancos. Esta vez no fue posible. Imperiales los centrales del conjunto anglosajón que privaron a los merengues de la goleada. Oportunidades no faltaron.

En los últimos instantes del choque, fue el Liverpool quién retuvo la pelota. Siempre controlados por la zaga madridista que junto a Karim Benzema llevaron al Real Madrid a los octavos de la Champions. El primer equipo clasificado para la siguiente ronda: el vigente campeón de Europa.